La voluntad de la Unión Europea de crear un enfoque global y comprehensivo sobre la inmigración se basa en una concepción positiva de la misma y en una serie de directivas y mecanismos para abordarla. No obstante, la creación de una inmigración positiva se logra mediante el establecimiento de fronteras discursivas que delimitan qué tipo de inmigración es deseada, y puede formar parte, por tanto, del espacio político, y qué tipo de inmigración queda excluida. Las categorías legal e ilegal son articuladas dentro de la formación hegemónica europea. La significación de la inmigración legal se vincula al discurso de la competitividad económica y se reduce exclusivamente a la mano de obra cualificada, mientras que la inmigración ilegal es combatida desde el punto de vista policial en un intento por delimitar las fronteras internas y externas. La delimitación de un tipo de inmigración adecuado para el modelo europeo tiene, además, consecuencias sobre las políticas de integración y los valores predominantes dentro de los Estados nación.

Fuente:
Fundación Dialnet

Año:
2008

Autor:
Óscar García Agustín. Universidad de Aalborg

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